Freddie Figgers comenzó su vida de la peor forma, su madre biológica lo dejó abandonado en un basurero, en la zona rural de Florida, Estados Unidos.
Pero su historia de superación es admirable, hoy con 31 años, posee una empresa de tecnología que vale millones de dólares, y ha sabido vencer todos los obstáculos que la vida le puso, ayudando a los más necesitados con su trabajo.
Cuando era apenas un recién nacido, Freddie fue abandonado en la basura:
La madre biológica de Freddie, decidió abandonarlo a su suerte, al lado de unos botes de basura en la zona rural de Florida, Estados Unidos.
“Tenía unas horas de nacido cuando mi madre biológica me tiró a un contendor de basura. Ella era adicta, me han dicho desde entonces, y no podía soportar cuidarme”
Cuando finalmente lo descubrieron, fue llevado a un a centro de acogida para brindarle todos los cuidados que necesitaba.
Sus padres adoptivos ya habían acogido a más de 100 niños, pero solo él, y otro niño, habían sido adoptados por la amorosa pareja:
Sus padres adoptivos ya se acercaban a cumplir 70 años, por lo que adoptar a un bebé recién nacido no estaba entre sus planes, pero la historia de Freddie los conmovió tanto, que no dudaron en hacerlo.
La pareja sabía que dejarlo pasar por el sistema de atención no era nada agradable, y no querían que Freddie pasara por más situaciones desagradables.
Los niños se burlaban de él llamándolo "Bebé basura"
El lugar en el que Freddie y sus padres vivían, era una pequeña ciudad rural en Florida, por lo que su historia, era conocida por todos en el lugar, menos por él, quién aún desconocía su verdadero origen.
Cuando Freddie ya tenía 10 años, sus compañeros de la escuela lo llamaban “bebé basura”, el inocente niño fue “torturado”, y debido a que él desconocía su historia, decidió preguntarle a su padre sobre la verdad.
“Me sentó, y me contó sobre la situación de mi nacimiento. Pensé: ¿alguien realmente me echó? ¿Soy basura o una persona? Me molestó durante mucho tiempo, pero lo superé. Tenía una madre y un padre que me amaban” relató a The Guardian.
Cuando tenía 8 años, arregló su primera computadora, una Macintosh de segunda mano, que estaba descompuesta:
Debido a que sus padres eran personas mayores, estos no estaban en la posibilidad de jugar a la pelota u otras actividades que requirieran de esfuerzo físico, por ello Freddie se interesó en tener una computadora, algo que resultaba imposible por el precio de las mismas.
“En 1989, cuando tenía 8 años, mi padre me compró una Macintosh de segunda mano por $24 dólares en un mercado de pulgas. No funcionaba, así que la abrí y noté que algunos condensadores estaban rotos. Mi padre (Nathan) era un trabajador de mantenimiento así que tenía herramientas y piezas que pude usar. Después de 50 intentos lo conseguí” relató Freddie sobre su primera experiencia con la tecnología.
Las computadoras fueron su "escape" y esto lo llevó a tener su primer empleo a los 12 años:
Freddie no tenía amigos en la escuela, y el bulling que recibía de sus compañeros era continuo, por ello las computadoras se volvieron sus “mejores amigas”, la escuela le ofreció un programa de ayuda en el que le permitieron trabajar en el salón de computación, reparándolas.
“A los 12 conseguí mi primer empleo, trabajaba después de clase en el ayuntamiento de la ciudad”. Allí tenían decenas de computadoras averiadas, y Freddie fue el encargado de arreglarlas por $12 dólares la hora, él dice que no lo hacía tanto por el dinero, si no porque esto le divertía muchísimo.
También ayudó a desarrollar un protocolo de servicios de internet para unir a todas las agencias de la ciudad, y otros programas cada vez más complejos.
A los 14 años comenzó a escribir código, y recuerda haber estado frente a la computadora 2 días seguidos sin sentir siquiera hambre:
“Estaba ganando mucho dinero a los 14, pero siempre estaba ahorrando porque sabía que quería comenzar mi propia empresa de telecomunicaciones”
Cuando tenía 15 años, una firma ofreció a la municipalidad, $600,000 dólares para crear un programa que monitoree los medidores de presión de agua, trabajo que le fue encomendado a Freddie, aunque solo le pagaron los $12 dólares por hora que ya venía recibiendo. Freddie terminó de crear el programa que fue todo un éxito.
Al ver su capacidad, y el dinero que podía ganar, Freddie decidió abandonar la escuela, pues esta solo lo “aburría”, y le quitaba el tiempo para abrir su propio negocio.
La demencia de su padre, le trajo sus primeros $2.2 millones de dólares, cuando solo tenía 17 años:
El papá de Freddy fue diagnosticado con demencia, el hombre se despertaba en medio de la noche y desaparecía. Preocupado por su padre, notó que este se olvidaba ponerse camisa y/o pantalones, pero siempre recordaba ponerse los zapatos.
“Tomé uno (de sus zapatos) e incrusté una placa de circuito en la suela, que tenía un altavoz y un sensor, además de una tarjeta de red de alto alcance. Cuando mi padre salía de la casa, podría ir a mi teléfono o computadora y decir: “Oye, papá, ¿Dónde estás?” y mi voz sonaba en el altavoz de su zapato”. El GPS que había creado, le permitía saber dónde estaba exactamente Nathan.
Como Freddie estaba trabajando en una empresa de tecnología desarrollando softwares, le comentaron a un comprador lo que había inventado, y estos quedaron tan impresionados, que le compraron el dispositivo por $2,2 millones de dólares.
Freddie quería cumplirle el sueño a su padre, comprarle un bote de pesca, pero menos de 48 horas después de recibir el dinero, este había fallecido:
Nathan soñaba con tener un bote de pesca para que ambos vayan al río a disfrutar de la vista mientras hablaban y pescaban.
Este bote siempre fue una de las primeras cosas que Freddie planeaba comprar para su padre, cuando consiguiera el dinero, pero lamentablemente cuando por fin logró obtener un gran pago, Nathan falleció.
A raíz de esta experiencia, Freddie invirtió todo el dinero, para inventar más cosas que ayudarían a la gente, como un medidor para diabéticos que permitía compartir los niveles de glucosa vía Bluetooth. Para sus 24 años, el joven ya había inventado más de 80 programas de softwares personalizados.
Freddie encontró una oportunidad, las compañías de telecomunicación no invertían en zonas rurales, y esta idea fue la que lo hizo millonario:
Freddie obtuvo su licencia FCC (Comisión Federal de Comunicaciones) convirtiéndose en el hombre más joven (21 años) y el único afroamericano en obtenerla.
Él comenzó a instalar cables de fibra óptica, y construyendo telefónicas para forjar su propia firma, Figgers Communications, valuada en $62.3 millones de dólares.
Acaba de inventar un cargador para celulares que se activará como lo hace la señal de WiFi:
Freddie tiene su propia marca de teléfonos celulares, “Figgers Wireless”, que se lanzó en 2014, el teléfono inteligente, detecta movimiento en vehículo y velocidades, haciendo que este se bloquee automáticamente a un “modo seguro”, para evitar enviar mensajes de texto mientras se conduce.
Freddie patentó un “Cargador Inconductor Inalámbrico” que podría cambiar la industria de los celulares por completo, los celulares de Figgers Wireless comienzan a cargarse cuando son llevados a habitaciones en las que se conectarán a la señal de los cargadores, de la misma forma en que un móvil se conecta a una señal WiFi.
“Tan pronto como el teléfono esté dentro del alcance, comenzará a cargarse” dijo Freddie Figgers.
El rapero Jeezy, invirtió en los celulares de Freddie
El rapero busca “rivalizar” a la competencia, con un precio más asequible. El teléfono celular F3 y los audífonos F-Buds son los primeros productos que se lanzarán baja esta nueva asociación.
“Hubo un momento de mi vida en que no pude pagar la factura de mi teléfono, ahora como hombre de negocios, puedo asociarme a Freddie, y brindar a las personas más acceso a la tecnología portátil a un precio accesible” comentó Jeezy sobre su nuevo negocio.
Anisk
Mi nombre es Ana, me encanta escribir post de curiosidades e historias sobre casos reales y misteriosos, Snowy también es mi gata, y estamos obsesionados con ella.La DEPRAVADA Fiesta De Madame Rothschild