Nueva York se caracteriza por rascacielos inmensos, de los materiales más finos, pero el 33 Thomas Street es la excepción.
Este rascacielos de 29 pisos, pero que en realidad mide como uno de 40 pisos, no tiene una sola ventana. Lo que llama la atención de los transeúntes.
1. El edificio no tiene ventanas visibles
Este edificio de 29 pisos en Nueva York, no tiene una sola ventana al exterior.
Está ubicado en la 33 Thomas Street y fue construido en 1969, en pleno centro de Manhattan.
2. Rumores dicen que es un edificio para ‘vigilar ciudadanos’
El informático Edward Snowden, reveló que dicho edificio, era usado por la Agencia de Seguridad Nacional.
Según Snowden, desde ese edificio, el gobierno vigilaba las llamadas telefónicas de todos los americanos.
3. Tiene aberturas para ventilar el interior del edificio
El estilo arquitectónico es llamado ‘Brutalista’. No tiene ventanas ni decoraciones.
El edificio tiene grandes aberturas en los pisos 10 y 29, que sirven para dejar pasar el aire fresco adentro.
4. El edificio tiene un refugio para ataques nucleares
El edificio fue construido en plena Guerra Fría, por lo que es considerado uno de los rascacielos más seguros de Nueva York.
Tiene un refugio nuclear en el subsuelo y tiene baterías que lo hacen autosustentable por varias semanas.
5. La entrada tiene reconocimiento facial, de voz y de tarjeta
La entrada al edificio está restringida al público.
Para acceder, los trabajadores deben ingresar su tarjeta al lector, pero también tiene un sistema de reconocimiento facial y de voz.
6. ¿A quién pertenece y por qué no tiene ventanas?
Oficialmente el edificio pertenece a la empresa de telecomunicaciones “AT&T”.
La razón por la que no tiene ventanas, es porque fue diseñado para albergar máquinas de telecomunicación.
Dichas máquinas funcionan mejor en un clima frío, por lo que el edificio está climatizado y no tiene ventanas, que interfieran con el aire acondicionado.
7. En 1991 ocurrió un accidente en el edificio
En 1991 Manhattan sufrió un apagón y un error humano, causó que las baterías del edificio no funcionaran.
Como resultado, se interrumpieron más de 5 millones de llamadas telefónicas en todo el país.
También se interrumpieron las comunicaciones de tráfico aéreo, por lo que afectó a más de 400 aeropuertos.
