El mundo está repleto de misterios, y esta historia no es la excepción.
Desde 1976, un extraño zumbido ha estado siendo transmitido en una onda de radio corta que ha dejado a muchos cuestionando de qué se trata realmente:
Hace 40 años alguien detectó por primera vez, un extraño zumbido en un receptor de onda corta:
El extraño zumbido se repite 30 veces por minuto, las 24 horas del día y los 365 días del año.
Desde ese entonces, miles de personas la sintonizan día a día esperando descubrir algo sorprendente.
Fue en 1976 que alguien descubrió esta frecuencia, pero de desconoce desde cuando es emitida:
Los fanáticos de la onda corta comenzaron a sintonizar esta frecuencia (4.625kHz), preguntándose si se trataba de alguna especie de mensaje secreto.
La estación fue identificada como UVB-76, pero es comúnmente llamada “The Buzzer” por su distintivo zumbido.
En 1990 descubrieron un cambio en la emisión:
Esta vez el zumbido se repetía unas 21 o 34 veces por minuto, y durante el último minuto de cada hora, el zumbido se convertía en un tono continuo que duraba todo el minuto.
Los investigadores concluyeron que el zumbido no era una grabación, si no, un sonido producido manualmente hecho por un altavoz colocado cerca del micrófono de la radio.
Además de otras variaciones de ese tipo, se escuchó por primera vez en navidad de 1997, un mensaje cifrado en ruso:
“Ya UVB-76. 18008. BROMAL: Boris, Roman, Olga, Mikhail, Anna, Larisa. 742, 799, 14”, estos son nombres designados en alfabeto fonético ruso, usados para deletrear.
¿Dónde está ubicada?
Gracias a esta transmisión hablada, lograron identificar su procedencia, el lugar se encontraba a 40 km del noroeste de Moscú:
El lugar es una localidad urbana llamada Povarovo.
En 2001 escucharon una segunda conversación en ruso:
Fue en fecha 3 de noviembre del 2001 cuando captaron un mensaje que decía:
“Soy el 143. No recibo el oscilador” seguido de “Esto es lo que la sala de operaciones está enviando”.
La radio y el "Lago de los Cisnes"
El pico de actividad ocurrió en 2010 con rarezas que ocurrían casi mensualmente, como un fragmento de la sinfonía del Lago de los Cisnes:
También se podía percibir una voz femenina que nombraba los números del 1 al 9 en ruso.
¿Un cambio de ubicación?
Esta nueva ubicación fue mucho más difícil de triangular, los fanáticos de la señal identificaron diversas ubicaciones, pero sin llegar a una definitiva.
Después de esto, la transmisión se detuvo, y al regresar, se mostró un cambio de ubicación
Se encontró la antigua base
En 2011, un grupo de exploradores urbanos encontró la base abandonada en Povarovo:
Allí tuvieron que esquivar un perro guardián, pero los edificios estaban sin vigilancia, según mencionaron.
El búnker fue descrito como “una base militar rusa típica”:
En reddit, uno de los exploradores relató su experiencia:
“Descendimos al sótano de uno de los edificios y nos aventuramos hacia una puerta que daba al exterior del área del edificio, cuando la abrimos nos golpeó con un olor químico muy vil… olía a… ácido… supongo”
“No preparados para mo rir de envenenamiento, volvimos. En la sala subterránea del edificio no había mucho interés. Algunos escritorios y archivadores llenos de papeles más inútiles. Unos cuantos componentes electrónicos rotos y un montón de otros tipos de basura en general”
También se encontró un libro de registro de los mensajes transmitidos de 2005:
Este fue etiquetado como “Muestra”, resultando en evidencia concreta de que Povarovo había transmitido UVB-76 y que su origen era Ruso.
Incluso el libro muestra una entrada sobre el perro guardián:
“18:30 El perro guardián se colocó en el puesto 173”
Esto indicaría que alguien todavía vuelve al lugar, aunque solo sea para alimentar al perro.
¿Es una especie de interruptor?
La teoría es que el UVB-76, es una especie de interruptor, donde si alguna vez deja de transmitir ese tono, activaría una represalia nuclear automática, aunque aún cuando es la más popular, es considerada muy improbable.
Anisk
Mi nombre es Ana, me encanta escribir post de curiosidades e historias sobre casos reales y misteriosos, Snowy también es mi gata, y estamos obsesionados con ella.
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