Randy Gardner es un estadounidense que se hizo famoso por haber iniciado un experimento donde se privó del sueño durante 11 días.
Randy batió el Récord Guinness de haber durado más tiempo despierto. Luego de haber batido este récord, se dejó de considerar cualquier otro intento, por considerar esta práctica, dañina para la vida de los concursantes.
Randy Gardner se quedó despierto 11 días para un proyecto de su colegio
Randy Gardner era un chico de 17 años, que para la feria científica de su colegio no se le ocurrió otra idea que estudiar los efectos de la privación del sueño.
Su idea era superar el récord de “8 días sin dormir”, establecido por un locutor de radio que se había ayudado con café, música y anfetaminas.
Gardner decidió superar este récord de manera natural, sin ningún tipo de estimulante.
Segundo día sin dormir: Comenzaron los problemas
Durante el segundo día, Randy experimentó un aumento de la tensión arterial y ardor de ojos, por lo que tuvo que dejar de ver televisión.
El síntoma más raro fue la “Astereognosia”, que es la imposibilidad de distinguir objetos con el tacto.
Randy no podía reconocer objetos cotidianos como un vaso, mientras tenía los ojos vendados.
Tercer día sin dormir: Mal humor todo el tiempo
Durante el tercer día despierto, Randy presentó algunos problemas para hablar y coordinar movimientos.
Pero lo más notable fue su mal humor durante todo el día.
Sus amigos lo entretenían sacándolo a pasear, jugando baloncesto, lo obligaban a ducharse y se turnaban para tener conversaciones con él durante todo el día.
Quinto día sin dormir: Comenzaron las alucinaciones
Durante uno de los paseos que Randy solía dar con sus compañeros, comenzó a confundir a las señales de tránsito con personas reales.
Pero la alucinación más loca que tuvo fue la de creerse “Paul Lowe”, un famoso jugador de fútbol americano de la época.
Octavo día sin dormir: Dolores de cabeza e incapacidad para hablar fluidamente
Tras ocho días sin dormir, Randy comenzó a experimentar fuertes dolores de cabeza y de las articulaciones.
Le costaba mucho articular frases para expresarse y ya no quería charlar con sus amigos.
Randy sólo se comunicaba para expresar su mal humor, molestias e inocmodidades.
Noveno día sin dormir: Los médicos se presentaron en su casa
Después del noveno día sin dormir, la visión de Randy comenzó a volverse permanentemente borrosa y esto alertó a sus amigos, quienes se contactaron con diversos neurocientíficos de la época.
Varios médicos se presentaron en su casa para monitorear sus signos vitales, además esto ayudó a que Randy siguiera despierto, porque la “gente nueva” suponía “nuevas distracciones”.
Onceavo día sin dormir: Randy estaba más animado pero con alucinaciones constantes
De manera sorpresiva, tras once días sin dormir, Randy se encontraba de mejor humor, aunque algunos aseguran que esto se debe a que estaba recibiendo atención médica y mediática, cosa que en un principio no se esperaba.
Sin embargo, las alucinaciones de Randy eran cada vez más constantes, llegando a escuchar música en su habitación, cuando la radio estaba apagada.
Randy durmió durante 15 horas seguidas
Luego de 264 horas sin dormir, Randy batió el Récord Guinness y se tomó un descanso de 15 horas seguidas.
Luego de despertar por cuenta propia, Randy fue trasladado a un hospital para evaluar su estado físico y mental.
Randy presentaba algunos problemas cognitivos, pero nada que ponga en riesgo su vida.
¿Cuales fueron las consecuencias de este experimento?
Aunque Randy no presentó complicaciones inmediatas, reportó que durante las semanas posteriores comenzó a sufrir de insomnio.
Randy hoy en día tiene 74 años y se mantiene saludable, pero confiesa que le costó superar sus problemas de insomnio luego del experimento.
