La historia real de Balto es más triste de lo que te imaginas.
A continuación te detallamos la historia de este perrito, que hizo hasta lo imposible, por completar su misión de salvar vidas humanas.
1. Balto fue un perro que salvó cientos de vidas humanas en un pueblo
En 1925, un brote de Difteria amenazó al pueblo de Nome en Alaska.
Balto fue un perrito que tiró el trineo que traía las vacunas, que salvaron cientos de vidas en el pueblo.
2. Los aviones no podían entregar las vacunas por el mal tiempo
Los habitantes del pueblo, pidieron ayuda a ciudades más grandes, pero ningún avión podía viajar hasta Nome.
Las tormentas de nieve eran tan intensas, que decidieron usar trineos jalados por perros.
3. Murieron cuatro perros, pero Balto hizo lo imposible para completar la misión
Durante el viaje por las vacunas, los perritos se enfrentaron a una terrible tormenta de nieve, que mató a 4 de ellos.
A pesar de ser un perro inexperto, Balto tuvo que comandar el grupo, para completar la misión.
4. Un productor de cine, invitó a Balto a una película
Balto se convirtió en un héroe nacional, al punto de que le hicieron una película.
Balto y su dueño, Gunnar Kaasen, se hicieron muy populares en Hollywood.
5. Balto terminó abandonado y maltratado
A pesar de su inmensa popularidad, su dueño, Gunnar Kaasen, terminó vendiendo a Balto a un hombre de negocios.
Balto era usado en espectáculos de bajo presupuesto, donde era maltratado y amarrado todos los días.
6. Un hombre se apiadó de Balto y volvió a comprarlo
Un empresario llamado George Kimble, se apiadó de la situación y expuso la historia de Balto en un periódico local.
Kimble recaudó $2 mil dólares por su historia, los cuales usó para comprar de nuevo a Balto.
7. Balto vivió sus últimos días en un zoológico
George Kimble donó a Balto al zoológico de Cleveland, para que tuviera una mejor calidad de vida.
Balto fue visitado por 15.000 personas, el primer día de su estadía en el zoológico.
Balto vivió sus últimos días, feliz en ese lugar.
8. El cuerpo de Balto puede visitarse en un Museo
Tras la muerte de Balto, el zoológico de Cleevaland entregó su cuerpo al Museo de Historia Natural.
El museo lo disecó y creó una exhibición, para que los visitantes puedan conocer su historia.
