La vida de Hiroo Onoda es el ejemplo perfecto de obediencia, determinación y amor por su patria. Este japonés continuó batallando hasta 30 años después de que la Segunda Guerra Mundial terminara.
A continuación te presentamos su conmovedora historia, que nos enseña un mensaje de persistencia. Esta fue la historia de Hiroo Onoda.
1. Al inicio de la guerra se le prohibió rendirse o quitarse la vida
Cuando Hiroo Onoda se convirtió en un soldado japonés, sus superiores le advirtieron que rendirse o quitarse la vida no eran opciones en el campo de batalla.
Onoda dijo: “Era un oficial y recibí una orden, si no la hubiera cumplido me habría avergonzado de por vida”.
2. Cuando le decían que la guerra había terminado, creía que eran "Mentiras del Enemigo"
Eventualmente, Onoda se encontró con gente que le entregó panfletos y periódicos donde se podía leer que la guerra había terminado.
Sin embargo, Onoda decidió no creerles, ya que pensaba que se trataba de “propaganda falsa” que el enemigo quería hacerle creer para capturarlo.
3. Sobrevivía comiendo bananas, cocos y vacas robadas
Onoda junto a otros tres soldados quedaron varados en la Isla de Lubang en Filipinas.
Durante todo ese tiempo, sobrevivieron comiendo cocos, bananas y robando vacas de fincas aledañas.
También se reportó que Onoda entraba a las casas vacías y robaba arroz y otros alimentos.
4. Onoda continuaba mat@ndo personas incluso 20 años después de la guerra
Onoda a menudo le disparaba a las patrullas, atacaba a los granjeros y a cualquier persona que consideraba “enemigo”.
Onoda llegó a acabar con la vida de 30 habitantes de la isla durante los años 70. Décadas después del fin de la guerra.
5. Le empezaron a lanzar cartas y fotos de su familia para convencerlo de que la guerra había terminado
Las autoridades lograron contactar a la familia de Onoda y estos le escribieron cartas para aclararle las cosas.
Llegaron a lanzarle las cartas, periódicos y panfletos en avión, sin embargo, todo esto fue ignorado por Onoda.
6. Los compañeros de Onoda comenzaron a perder la vida
Onoda estaba al mando de tres soldados, quienes comenzaron a perder la vida en operativos de la policía Filipina.
La policía local decidió acabar con ellos, ya que estaban perjudicando a los granjeros locales y eran un peligro para la población en general.
7. Un hippie logró convencerlo de que la guerra había terminado
Un explorador llamado Norio Suzuki, se puso la misión de encontrar a Hiroo Onoda y aclararle las cosas, por lo que se embarcó en un viaje a Filipinas.
Cuando Onoda vio a Suzuki pensó en dispararle, pero antes de hacerlo este le habló en japonés y le dijo: “Onoda-san el emperador y la gente de Japón están muy preocupados por ti”.
Fue ahí cuando Suzuki tuvo la oportunidad de hablar con él, y le dijo que le traería una orden de su comandante para que pueda retirarse.
8. Su comandante ordenó su retiro 29 años después
El comandante que le había dicho que jamás se rinda, era Yoshimi Taniguchi, quien se había convertido en un bibliotecario.
Taniguchi le escribió una orden para que cese todo el combate y retorne inmediatamente.
9. Onoda se decepcionó del Japón moderno y decidió mudarse a Brasil
Al regresar, Onoda se convirtió en un héroe nacional, pero luego de 30 años, Japón estaba muy cambiado.
Onoda era un nacionalista y consideraba que su emperador era una deidad, pero se encontró con una sociedad que ya no pensaba igual que él.
Onoda decidió mudarse al área rural de Brasil y dedicarse a la ganadería.
