8 Micronaciones absurdas en las que puedes reclamar un título de nobleza

Las micronaciones son territorios pequeños los cuales fueron delimitados por gente que estaba harta de vivir en su país de origen.

A continuación te presentamos la historia de las micronaciones más extravagantes y curiosas que han existido en el mundo.

1. La Nación de Celestia: El hombre que quiso adueñarse del espacio exterior

En 1949, James Mangan tras consumir sustancias de dudosa procedencia, se preguntó: ¿Quién es el dueño del espacio?

Como no encontró respuesta a su pregunta existencial, creó la “Carta de Celestia”, una especie de escrituras que lo nombraban propietario del espacio exterior.

Mangan comenzó a emitir sellos postales, creó las monedas “Celestons” y vendió parcelas de territorio imaginario, a los interesados en obtener un pedacito de espacio.

Sin embargo, tiempo después la ONU declaró que ninguna nación podría reclamar soberanía sobre el espacio y los cuerpos celestes, poniendo fin a su sueño de ser el “Rey del Espacio”.


2. Ladonia: El país con 22 Mil ciudadanos que jamás lo han visitado

Ladonia es una micronación creada por el artista Lars Vilks, después de construir dos estructuras de concreto en un lugar remoto y de difícil acceso de Suecia.

Cuando las autoridades suecas se enteraron de su existencia, ordenaron su demolición, pero se encontraron con que la micronación tenía 22 150 ciudadanos de más de 50 países.

Ladonia es gobernado por la Reina Carolyn y un Presidente que es elegido cada 3 años.

A pesar de su organización casi ningún ciudadano ha visitado Ladonia porque se encuentra en un territorio de muy difícil acceso.


3. Sealand: Una plataforma oceánica convertida en un país

Sealand es un fuerte construido y abandonado por Inglaterra en la Segunda Guerra Mundial.

Desde 1967, Roy Bates y su familia se han apropiado de la estructura y han hecho sus propias reglas.

Sealand es tan liberal que el sitio web “The Pirate Bay” intentó comprarlo, para sus actividades ilegales.


4. Principado de Wy: La nación creada en el parking de una casa

Paul Deprat es un australiano que llevaba pidiendo años al gobierno que le ceda 5 metros de tierra, para que su casa pudiera tener un espacio para aparcar su carro.

Tras 20 años de batallas con el gobierno, Deprat se hartó de la situación y decidió crear el “Principado de Wy” en su terreno, donde él sólo tiene que obedecer sus reglas.


5. El Reino de Talossa: Un país creado en la habitación de un adolescente

En 1979, un adolescente de 14 años llamado Robert Ben Madisson, decidió crear su propia nación en su dormitorio de Milwaukee, Estados Unidos.

Talossa se volvió famosa por diseñar su propio lenguaje con más de 28.000 entradas en el vocabulario.

Más de 250 Habitantes obedecen a la Monarquía Constitucional de Talossa.


6. El Reino de Elleore: Una isla llena de maestros y profesores

El Reino de Elleore se creó en una isla cerca de Dinamarca, donde los profesores de Copenhague solían vacacionar una vez al año.

En dicha isla se prohibieron cosas como las sardinas enlatadas, el horario está retrasado 12 minutos con relación a la hora danesa y la isla permanece desierta salvo una vez al año, cuando los profesores y sus familias arman una fiesta a lo grande.


7. La República de Rose Island: La nación que fue dinamitada en pedazos

En los años 60, el arquitecto Girogio Rosa financió la construcción de una plataforma cerca del Mar Adriático, en la que planeaba instalar un restaurante y discoteca como atracción turística.

Sin embargo cuando Rosa empezó a hablar sobre sus planes de crear su propia moneda, el gobierno de Italia se dio cuenta que él sólo quería evadir impuestos.

Como resultado Italia le declaró la guerra a la República de Rose Island y dinamitó sus cimientos destruyendo esta micronación para siempre.


8. El Gran Ducado de Westartica: Fundado por un hombre que sólo quería estar solo

El ex militar Travis McHenry buscaba un lugar para estar solo, y se dio cuenta que una porción de la Antártida no había sido reclamada por ningún país.

A pesar de que la ONU jamás le contestó a su reclamo de posesión, McHenry se dedicó a enviar títulos de caballería y títulos nobles a los interesados.

McHenry jamás ha visitado Westartica debido a que el pasaje ronda por los $50.000 dólares.


Frankie

Soy Frankie y me encanta hacer estos artículos a diario desde hace 10 años. Mi gata 'Snowy' es la CEO de Notinerd.
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