En la antigüedad los miembros de la realeza eran más supersticiosos y llevaban a cabo tradiciones que ahora nos parecen realmente raras.
A continuación te presentamos todo lo que la Reina tenía que soportar, en los delicados momento de dar a luz a su hijo.
1. La Reina tenía que dar a luz con una multitud mirando
El nacimiento del hijo de la Reina era un “evento político”, por lo que decenas de políticos se reunían en el dormitorio para presenciar el parto.
Cuando Maria Antonieta dio a luz en 1778, alrededor de 200 personas se reunieron en su recámara para mirarla mientras daba a luz. Maria Antonieta se desmayó durante el parto, debido al calor que había por el exceso de asistentes.
2. La Reina debía pasar el octavo mes de embarazo encerrada en un cuarto sin ventanas
Las parteras creían que la Reina debía pasar el último mes de embarazo en una habitación lo más parecido al “vientre materno”.
Por lo que la Reina debía pasar todo el día recostada en una habitación sin ventanas, y la servidumbre tenía que hablar “susurrando” para no perturbarla.
3. Se creía que un parto doloroso era un castigo por los pecados cometidos
Las reinas solían rezar los días previos al parto pidiendo el perdón de sus pecados.
En aquella época los cristianos creían que un parto doloroso era un castigo por los pecados cometidos, debido a la frase de Génesis que dice: “Con dolor darás luz a tus hijos”.
4. Las parteras debían jurar no robarse al bebé para hacerle brujería
Hasta el siglo XVII, el parto era una tarea sólo de mujeres. Ningún hombre estaba permitido en la sala.
Sin embargo, había la preocupación constante de que alguna de las parteras se robe al bebé para hacerle brujería.
Cada partera era cuidadosamente elegida y debían jurar ante Dios no hacer esto después del nacimiento.
5. La Reina era considerada "impura" durante 6 semanas después del parto
Luego de dar a luz, la Reina no podía asistir al bautizo de su hijo ya que era considerada “impura”.
La Reina debía permanecer recluida en su habitación sin ventanas, hasta que un sacerdote la bendijera de nuevo y así poder retomar sus deberes.
6. Las Reinas no sabían que estaban embarazadas hasta el 5to mes de embarazo
En épocas medievales no existían las pruebas de embarazo, y las reinas no podían fiarse sólo de la ausencia de menstru@ción para dar una noticia de esa magnitud.
Por esta razón muchas no se enteraban que estaban embarazadas hasta el quinto mes, cuando un médico debía analizar el color de su orina para confirmar la noticia.
7. La Reina debía escribir su testamento en caso de que muera durante el parto
Lastimosamente, el deceso de la madre o el hijo durante los partos antiguos era bastante común, por lo que era el temor más grande de los miembros de la realeza.
La Reina tenía que escribir su testamento y últimos deseos antes de dar a luz, por si algo salía mal.
8. El padre no podía presenciar el nacimiento de su hijo
La tradición británica dictaba que el Rey o padre de la criatura, tenía que estar ausente durante las primeras 30 horas de vida de su hijo, por lo que no se le permitía presenciar el parto.
El Principe Phillip se dedicó a jugar “Squash” para pasar el tiempo, cuando nació su hijo Charles.
Frankie
Soy Frankie y me encanta hacer estos artículos a diario desde hace 10 años. Mi gata 'Snowy' es la CEO de Notinerd.La DEPRAVADA Fiesta De Madame Rothschild