10 Cosas que pasaron en último año de vida de Robin Williams

Robin Williams fue un actor amado por todos, y su partida de este mundo dejó a todos sus fanáticos muy dolidos.

Este post te mostrará qué pasó durante los últimos meses de vida del afamado actor.

Durante su último trabajo como actor, Robin tenía problemas para recordar sus líneas:

Shawn Levy, director de la trilogía “Night at the Museum”, recordó que Robin Williams tenía episodios de pánico, en los que escondía su brazo tembloroso para que nadie lo vea.

También dijo que Robin se sentía apenado, porque tenía muchos problemas para recordar sus líneas mientras filmaban; “Una noche en el museo 3: el secreto de la tumba” (2014).


Solo en su autopsia, descubrieron que estaba sufriendo "Demencia con cuerpos de Lewy":

Robin pasó por decenas de médicos buscando una respuesta a todos sus síntomas, lamentablemente, no fue hasta su fallecimiento, que los médicos encontraron la enfermedad que le aquejaba.

Esta enfermedad causa un deterioro progresivo de las capacidades mentales. Algunas personas experimentan alucinaciones visuales, cambios en la lucidez mental y de atención, además de síntomas similares al Parkinson relacionados a problemas de movimiento, depresión, apatía, y dificultad para dormir.

Las personas que sufren esta enfermedad, tienen una alta tendencia al su1cid10.


Robin comenzó a aceptar todo tipo de trabajo luego de su divorcio:

En los últimos años de vida del actor, sus fanáticos notaron que este aceptaba actuar en películas que se alejaban de lo que siempre había hecho.

“Hay facturas que pagar”, dijo a Vanity Fair. “Mi vida se ha reducido, en el buen sentido. Vendo el rancho en Napa. Ya no puedo pagarlo” haciendo alusión a haber perdido mucho dinero durante su divorcio.

Robin había pasado por dos divorcios, y tenía una nueva esposa a la que quería darle todos los lujos.


Su trabajo en "The Crazy Ones" recibió duras críticas:

El show debutó en septiembre del 2013, Robin estaba ganando un salario fijo de $165,000 por episodio, y estaba muy contento por ello.

Lamentablemente, las criticas no fueron tan buenas, y en un mes, la mitad de su audiencia había bajado.

Durante este tiempo, Robin vivía en Los Ángeles, solo, en un departamento alquilado. Su hijo Zak dijo arrepentirse de no visitarlo durante ese tiempo pues “fue un período muy solitario para él”. Un mes después, sus síntomas habían comenzado.


“Sollozaba en mis brazos al final de cada día. Fue horrible":

Su maquilladora Cheri Minns, dice el verdadero amor de Robin fue la actuación. “Si no estaba trabajando, era un caparazón de sí mismo. Y cuando trabajaba, era como si se encendiera una bombilla “.

Su discapacidad motora, su pérdida de peso, y sus problemas de memoria eran un gran problema; “No estaba en buena forma en absoluto”, dijo Minns. “Sollozaba en mis brazos al final de cada día. Fue horrible. Horrible.”


Robin creía que ya no sabía cómo ser gracioso:

Minns recuerda que verlo triste le rompía el corazón, e intentó animarlo sugiriéndole que haga comedia en un club. Lamentablemente consiguió el efecto contrario, pues Robin comenzó a llorar inconsolablemente.

“Ya no sé cómo. No sé cómo ser gracioso” le dijo Robin.


Robin comenzó a tomar medicamentos antipsicóticos:

Su nueva esposa, Susan, describió la llegada de Robin (después de la filmación de “Una noche en el museo”) como; “un avión 747 que llega sin tren de aterrizaje”.

“Robin estaba perdiendo la cabeza y era consciente de ello. Me dijo que quería reiniciar su cerebro” comentó Susan.


En mayo de 2014, Robin fue diagnosticado, erróneamente, con Parkinson:

Debido a que sus síntomas eran similares, en cuanto a las funciones motoras y de cognición, le diagnosticaron Párkinson. Para Robin, esta noticia concretaba uno de sus miedos más profundos.

Según Susan, uno de los más grandes miedos de Robin, era tener una enfermedad que le robe sus facultades, un mal que le lo “vaciaría” y lo dejaría como “una cáscara empobrecida de un ser humano”.


Robin se sentía mal por haberse divorciado de la madre de sus hijos:

Luego de que Robin fuera diagnosticado, sus hijos intentaron pasar más tiempo con él, pero según Zak, su padre se sentía avergonzado por haber “roto su hogar”.

“No podía oírlo (que no tenía que disculparse). Nunca pudo oírlo. Y no pudo aceptarlo. Estaba firme en su convicción de que nos estaba defraudando. Y eso fue triste porque todos lo amamos mucho y solo queríamos que fuera feliz “.


En junio de 2014, Robin ingresó a un centro de Alcohólicos Anónimos:

Al parecer, su estadía en este lugar solo buscaba mantener a Robin bajo estrecha supervisión, un lugar donde pudiera meditar, hacer yoga, y concentrarse en otras cosas.

Pero sus amigos cercanos no estaban de acuerdo “Eso estuvo mal. Este fue un problema médico. Susan pensó que todo se arreglaría a través de AA, y simplemente no era cierto” dijo Wendy Asher.


A comienzos de agosto, visitó a su hijo para despedirse:

Robin manejó hasta la casa de su hijo Zak y su nuera Alex, y estos le preguntaron que hacía falta para retenerlo allí.

Zak recuerda que su padre se veía muy angustiado y querían que se quede para cuidarlo, pero Robin rechazó su propuesta.


La noche antes que se quite la vida, Robin se obsesionó con esconder sus relojes de diseñador:

Susan relató que inesperadamente, Robin le dijo que temía que sus relojes sean robados, por lo que juntó varios de ellos, los metió en un calcetín, y condujo hasta la casa de sus amigos para esconderlos.

Al regresar, Robin le ofreció un masaje en los pies a Susan, pero esta lo rechazó y se dieron las buenas noches (ambos dormían en habitaciones separadas). Más tarde (10:30 pm), Robin volvió para buscar su iPad, y esto le pareció a Susan, una “buena señal”.


El 11 de agosto, Robin fue encontrado sin vida en su habitación:

Al despertar, Susan creyó que Robin seguía dormido. Sus amigos Rebecca y Dan (a quienes le entregó sus relojes) fueron a su casa pues estaban preocupados por él.

A las 11:42, luego de que Robin los preocupara aún más, decidieron entrar a la habitación, forzando la puerta.

Al entrar, sus amigos hicieron un descubrimiento espantoso: Robin se había quitado la vida con un cinturón.


Anisk

Mi nombre es Ana, me encanta escribir post de curiosidades e historias sobre casos reales y misteriosos, Snowy también es mi gata, y estamos obsesionados con ella.
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