Aunque nuestras mascotas nos aman y quieren siempre estar a nuestro lado, existen situaciones inusuales, donde ya sea por miedo o ansiedad, las mascotas huyen.
Estas son algunas historias increíbles de mascotas reencontradas por sus dueños en las situaciones más raras.
1. Un hombre perdió a su serpiente y fue encontrada en un sofá que él había donado
En Noviembre del 2018, Austin Pair perdió a su boa albina en su casa. La buscó por todo el vecindario y jamás apareció.
Seis meses más tarde, Austin decidió mudarse y donó sus antiguos muebles, cuando al día siguiente el nuevo dueño de su sofá le habló aterrado porque había encontrado una serpiente saliendo de los cojines.
2. El hombre sin hogar que perdió a su RATA y la policía lo ayudó a encontrarla
Chris, un hombre sin hogar Australiano, empezó a llamar de los transeúntes cuando se puso a llorar en la calle junto a un cartel que decía que había perdido a su “Rata Mascota”.
Alguien le tomó una foto a Chris y se volvió tan viral, que la Policía de Sidney decidió ayudarlo, mirando en cámaras de seguridad el momento exacto en el que su rata había desaparecido.
Resulta que mientras él estaba en el baño, una mujer que pasaba la alzó pensando que la habían abandonado.
La Policía la recuperó y documentaron la reunión entre Chris y su Rata.
3. El Perro Iraquí que siguió a el Soldado Americano que le salvó la vida
En el 2007, el soldado Brian Dennis encontró un perro herido en Irak. El perro había sido apuñalado con un desatornillador.
Dennis rompió las reglas del ejército que le prohibían tener mascotas y decidió curarlo y darle su cama por tres días.
Después de esto, Dennis fue reubicado a 50 kilómetros de donde estaba el perro y tuvo que abandonarlo, pero luego de 2 días el perro apareció en su campamento buscándolo.
Dennis no pudo seguir escondiéndolo, así que negoció para que el perro sea trasladado a su casa de Estados Unidos y hoy en día viven juntos y felices.
4. La mujer que escapó de un incendio y al volver a su casa encontró a su perro esperándola.
Debido a los incendios de California en el 2018, la casa de Andrea Gaylord quedó en cenizas.
Andrea escapó antes de que el incendio llegara a su casa, pero justo en ese momento su perro decidió esconderse.
En medio de lágrimas y desesperación, Andrea tomó la dura decisión de irse sin él, ya que el fuego estaba cerca.
Días más tarde le apareció en Facebook fotos de su vecindario reducido a cenizas, pero en una de las fotos aparecía su perro, esperándola donde solía ser su patio trasero.
El encuentro fue más que emotivo.
5. El granjero que perdió a su oveja durante 6 años y se convirtió en una bola gigante de lana
En el 2004, una oveja llamada “Chris”, que fue encontrada por un grupo de turistas australianos.
La oveja apenas podía moverse debido a que tenía una masa gigante de lana en el cuerpo.
Resulta que la oveja se le había perdido a un granjero durante 6 años y pensó que había cazada por algún animal salvaje.
El esquilado de Chris tardó 45 minutos y lo normal es que a un granjero le tome 1 minuto sacarle toda la lana a una oveja.
6. El camionero que viajó 200 kilómetros con su gato debajo del camión
Paul Robertson es un camionero estadounidense que solía viajar con su gato como copiloto.
Robertson confesó que un día fue al baño de un restaurant de carretera y dejó su camión funcionando para que “Percy” su gato, disfrute del aire acondicionado.
Al volver a su camión, Robertson se dio cuenta que Percy había bajado las ventanillas y no había por ningún lado.
"Se quedó 4 horas haciéndole sonar su comida"
El camionero se quedó 4 horas haciendo sonar la comida de Percy, buscándolo por los alrededores, pero decidió continuar su viaje llorando durante todo el camino.
Luego de llegar a su destino, se bajó de su camión y nota que Percy había viajado con él 400 kilómetros agarrado de los fierros de su camión. Estaba sucio y con restos de nieve en el cuerpo.
Hoy en día Robertson es más cuidadoso y cautiva a todos sus seguidores con fotos de sus viajes con Percy
7. La Tortuga que fue encontrada en un depósito después de 30 años
En el 2013, Leandro y Lenita Almeida, fueron a la casa de su difunto padre a limpiar y deshacerse de sus cosas antiguas.
En el depósito había televisores, revistas y todo tipo de artefactos electrónicos que fueron acomodando en la calle para que algún interesado se lleve lo que deseara.
Lenita quedó en shock, cuando un vecino le pregunta: “¿También se están deshaciendo de la tortuga?”.
Al verla reconoció a la tortuga que tenía como mascota cuando era niña. El animal había sobrevivido encerrada en el depósito alimentándose de termitas y otros insectos.
