La segunda entrega de Borat llegó de forma inesperada a la plataforma de Amazon Prime y es ofensiva como era de esperarse.
Sin embargo, durante este rodaje sucedieron distintas curiosidades y anécdotas que merecen contarse:
La plataforma mantuvo en secreto el rodaje de esta película para que la gente de Estados Unidos, creyera que Borat era una persona real y así poder capturar sus reacciones genuinas.
La mayoría pensaba que era un extranjero real en algún tipo de reality show.
Obviamente cada persona recibió dinero por filmar la situación con Borat.
Aunque en la película todo transcurrió en unos segundos, Cohen confesó que en realidad tuvo que esperar 5 horas encerrado en el baño hasta que Pence haga su aparición.
Obviamente no podía salir vestido de Trump en medio de la multitud.
Cohen confesó que pasó cinco días de cuarentena con ellos en su casa. Tiempo suficiente para crear la canción que interpretó en el festival republicano.
Maria cuenta que el casting de Borat consistía en hacer una escena real, con el dueño de una tienda al que le estaban tomando el pelo.
El dueño de la tienda creyó genuinamente que María era la hija de Borat y gracias a esto, fue contratada.
Afortunadamente la policía no presentó cargos y ni siquiera le pidieron su identificación, lo que le permitió mantener en secreto el rodaje de Borat 2.
En la broma él era entrevistado por la hermosa hija de Borat y al finalizar la misma ella lo invitaba al dormitorio para poder quitarse los dispositivos de audio.
Giuliani se levantó la camisa para quitarse los cables y luego metió la mano en sus pantalones.
En este momento Borat entra inesperadamente al dormitorio para evitar que la situación escale a mayores.
Según Sacha, las intenciones de Rudy quedaron más que claras en las cámaras, pero Giuliani dice que “sólo se estaba acomodando la camisa”.
Las ancianas sorprendieron a la audiencia al ser tolerantes y adorables, al explicar a Borat lo que era el holocausto y al hacer las paces con mucho amor.
Desgraciadamente, una de ellas, Judith Dim Evans, perdió la vida antes del estreno de la película.
Muchos de los que asistieron tenían armas y tenía miedo que alguien reaccione de mala manera a sus bromas.
Jones confesó que realmente pensó que Tutar era una niña del tercer mundo engañada por su padre y cuando se enteró de la película se sintió muy furiosa por haber jugado con sus sentimientos y por haber recibido sólo 3600 dólares por aparecer en ella.
El pastor de la iglesia de Jones inició una campaña de recaudación que logró reunir más de 141.000 dólares y además Sacha Baron Cohen donó 100.000 dólares más a la iglesia, para los más necesitados.