Hoy en día hay muy pocas películas de terror que causan miedo o malestar genuino, sin embargo, varias películas famosas causaron ansiedad y problemas durante su proyección.
A continuación te presentamos películas de terror que causaron que la gente salga corriendo de las salas de cine.
Un hombre de California demandó a Warner Bros porque se había desmayado durante una escena perturbadora de la película, y se había golpeado con el asiento de en frente, ocasionando que se fracture la mandíbula.
El hombre comenzó a rezar y a lanzar objetos a la pantalla diciendo que los demonios habían tomado posesión de la proyección.
Aquí un video que muestra las recciones de la gente:
Luego del primer día de exhibición, varios cines reportaron que los espectadores vom1taron en la sala debido a que la cámara se movía demasiado.
Los cines comenzaron a entregar bolsitas para mareos y recomendaron a las personas sensibles que se sentaran cerca de la salida.
Ralston terminó amputándose el brazo para poder salir.
La escena de la película fue tan gráfica que mucha gente se salió del cine por esto.
El filme no sólo tiene escenas macabras de larga duración, sino que tiene un sonido casi imperceptible de 28 Hz cuya intención es poner incómodo al espectador.
Este es el sonido: (Se aprecia mejor con audífonos)
Estos detalles impresionaron tanto a una mujer de Kansas, que terminó sufriendo un ataque cardíaco en plena sala de cine, durante la escena de la crucifixión.
Fuente: CNN
En San Francisco, varios espectadores exigieron que se les devuelva el dinero de las entradas y luego de que se les negara esta petición, protagonizaron una pelea a puño limpio con el personal del cine.
Fuente: Vulture.
Muchos quedaron furiosos con el director Lars von Trier por mostrar [email protected] de mujeres y niños en la película.
La película fue tan gráfica que dos personas del “Toronto International Film Festival” se desmayaron.
La directora se disculpó públicamente en el festival argumentando que no se lo había tomado como un cumplido y estaba preocupada por las personas que habían pasado un mal rato.