Bélgica es uno de los países más diversos y artísticos de Europa.
Entre su población existen un número de costumbres que pueden causar sorpresa a los turistas y estas son algunas de ellas:
En 1680 los Belgas eran fanáticos del pescado frito, pero en este año el Río Mosa se congeló y comenzaron a freír papas pequeñas para reemplazar a los pescados del río.
Bélgica está empecinada en que se los reconozca como los inventores de la papa frita, que cada año se organizan festivales donde se cocinan toneladas de este alimento y ha solicitado a la UNESCO que se la reconozca como Patrimonio Belga.
Gracias a esto el graffiti destructivo ha bajado considerablemente y han nacido varios artistas reconocidos en el país.
En estas tiendas se pueden encontrar variedades de todo tipo, desde chocolate hecho con técnicas antiguas, hasta chocolate medicinal.
“Espero que los extraterrestres no se sientan atraídos por la luz”, bromeó al referirse sobre las carreteras belgas.
Esta técnica es bastante controvertida, pero en realidad viene acompañada de anestesiólogos que están aplicando analgésicos constantemente para evitar dolores durante cirugías menores.
Algunas escuelas también enseñan inglés y las unidades educativas empiezan a aceptar alumnos desde los 2 años.
Los belgas ya están acostumbrados, pero sin duda alguna llaman la atención de todos los turistas.
Los belgas prefieren tomarse la vida con calma y alcanzar sus metas profesionales antes de casarse.
Una de las ciudades que más apuesta por el arte del país.
Comenta ahora o calla para siempre: