Los fósiles encontrados en los océanos han revelado la realidad espeluznante que se vivía en la época prehistórica.
Estos son algunos animales que gracias al cielo ya no existen en los océanos.
1. El Dunkleosteus, un pez con la mordida de un Tiranosaurio Rex
El Dunkleosteus era el depredador con la mordida más fuerte en los océanos de hace 400 millones de años.
Por si fuera poco el Dunkleosteus estaba cubierto de una armadura que lo volvía casi invencible ante sus adversarios.
La mordida del Dunkleosteus era igual de fuerte que la del Tiranosaurio Rex.
2. El Helicorpión
El helicorpión tenía una boca de espiral llena de dientes de bisturí con el que herían mortalmente a sus presas.
Al igual que los tiburones modernos, el helicorpión mudaba de dientes continuamente, principalmente después de cazar a sus presas.
3. El Mosasaurus jamás masticaba a sus presas, las tragaba de un solo bocado
El Mosasaurus se hizo famoso en Jurassic World por salir a la superficie y engullir a un hombre colgado de un helicóptero.
Esto era algo normal para el Mosasaurus quien rara vez masticaba a sus presas.
El Mosasaurus era tan masivo que para alimentarse sólo tenía que abrir la boca para engullir a uno varios peces desafortunados.
4. El Liopleurodon, el depredador más rápido de los océanos
El Liopleurodon era un reptil mortal que podía propulsarse a altas velocidades para alcanzar a su presa.
El Liopleurodon no sólo era rápido sino también poseía dientes capaces de despellejar a cualquier pez más pequeño que se le cruzara en el camino.
5. Jaekelopterus, los escorpiones marinos de tamaño humano
El Jaekelopterus es un artrópodo que puede compararse con un escorpión marino.
La única diferencia es que el Jaekelopterus alcanzaba el tamaño de un humano promedio y comía cualquier cosa más pequeña que él.
6. Livyatan melvillei, la ballena que comía ballenas
Estos animales eran considerados una “super especie de cachalotes”, ya que al ser tan masivos, se alimentaban principalmente de ballenas más pequeñas.
Estas ballenas solían atacar a sus presas durante horas hasta que finalmente quedaban sin vida. De esta manera era más fácil comérselas.
7. Los Plesiosaurios, ¿El Monstruo del Lago Ness?
Estos animales tenían un aspecto tranquilo, pero irónicamente eran feroces depredadores de los océanos.
Su cuello alargado sirvió para alimentar las teorías conspirativas del Monstruo del Lago Ness.
8. El Stethacanthus, un tiburón con aleta de hongo
Aunque este tiburón no era el pez más grande y temible de los océanos, su extraña aleta dorsal era bastante inusual, incluso en esos tiempos.
Los científicos creen que usaban esa aleta para atraer hembras y ahuyentar a depredadores, haciéndolos parecer más amenazantes más de lo que realmente eran.
9. Los Ictiosaurios eran los delfines del Jurásico
Aunque los ictiosaurios eran reptiles, comparten muchas similitudes con el delfin moderno.
No sería el único caso en que dos especies diferentes evolucionan para tener aspectos similares.
El Ictosaurio podía alcanzar velocidad ultra rápidas para perseguir a sus presas o huir de sus depredadores.
10. Megalodón
El Megalodón era el depredador por excelencia de los océanos prehistóricos.
Sus mandíbulas eran lo suficientemente grandes como para que un hombre promedio pueda caminar a través de ellas.
Se alimentaban de ballenas arrancándole primero la cola o las aletas, para luego perecer desangradas antes de ser consumidas.
